
Antes de abrir una cuenta de banco o una cuenta Fintech, es fundamental que analices cuál será su uso principal. No todas las cuentas están diseñadas para los mismos objetivos. Por ejemplo, si tu intención es recibir tu salario y hacer pagos frecuentes, necesitarás una cuenta con operaciones ilimitadas, baja comisión y buena red de cajeros automáticos. En cambio, si buscas una opción para ahorrar, te convendría una cuenta que ofrezca rendimientos o beneficios adicionales por mantener saldo. Tener claridad sobre esto te evitará contratiempos.
Toma en cuenta las comisiones
Una de las mayores diferencias entre una cuenta Fintech y una cuenta de banco tradicional son las comisiones. Muchas instituciones bancarias cobran por manejo mensual, saldos mínimos, uso de cajeros automáticos fuera de su red e incluso por transferencias interbancarias. Por el contrario, varias Fintech han ganado terreno precisamente por ofrecer productos sin comisiones y con operaciones ilimitadas desde el celular. Aun así, es indispensable leer las condiciones generales y revisar la letra pequeña: algunas comisiones no se publicitan de forma clara y pueden afectar tu presupuesto a largo plazo si no las tomas en cuenta desde el inicio.
¿Qué tan fácil es usar la cuenta día a día?
La experiencia del usuario es un aspecto que cada vez cobra más relevancia. Evalúa si la institución cuenta con una aplicación móvil eficiente, intuitiva y con todas las funcionalidades necesarias: transferencias, pago de servicios, control de gastos, bloqueo de tarjeta, entre otros. En este sentido, las cuentas Fintech suelen ofrecer experiencias digitales más ágiles, ya que nacen con una visión centrada en la tecnología. Sin embargo, algunos bancos han sabido adaptarse e incluso superan a algunas Fintech en robustez y seguridad digital. Si tu vida financiera se mueve principalmente desde el celular, este criterio puede ser decisivo.
Servicios, beneficios y valor agregado
No todas las cuentas de depósito ofrecen lo mismo. Algunas cuentas Fintech destacan por ofrecer rendimientos diarios sobre el saldo disponible, herramientas de ahorro automatizado o cashback por compras. Por su parte, algunas cuentas de banco ofrecen seguros incluidos, acceso a tarjetas de crédito con beneficios, o alianzas con empresas que otorgan descuentos exclusivos. A la hora de comparar opciones, toma en cuenta qué beneficios adicionales son realmente útiles para ti y cuáles podrían representar un ahorro o ganancia a largo plazo. El valor agregado puede marcar una diferencia significativa en tu experiencia financiera.
La atención al cliente sí importa
Imagina que tienes un problema con una transferencia o una retención indebida de saldo. ¿Puedes contactar fácilmente a la institución? ¿Hay canales activos de atención como chat en vivo, teléfono o correo? La rapidez en la resolución de problemas es clave para mantener la confianza en tu cuenta. Aunque muchas Fintech ofrecen atención rápida vía chat, algunas aún carecen de soporte humano eficiente. En los bancos tradicionales, si bien suele haber más burocracia, también existen opciones presenciales. Antes de elegir, investiga qué tan eficiente es la atención al cliente y si hay quejas recurrentes de otros usuarios.
Accesibilidad física y digital
Un punto que muchas veces se pasa por alto es la cercanía de sucursales o cajeros automáticos. Aunque vivimos en un mundo cada vez más digital, en ocasiones necesitas acudir físicamente a una sucursal para trámites específicos. En este sentido, las cuentas de banco pueden ofrecerte mayor cobertura en territorio nacional. Si eliges una cuenta Fintech, verifica si tiene convenios con redes de cajeros o si te permite retirar efectivo sin costo adicional. De lo contrario, podrías terminar pagando comisiones por algo tan básico como retirar tu propio dinero.
Investiga la regulación
Finalmente, uno de los aspectos más importantes antes de abrir una cuenta de banco o una cuenta Fintech es verificar que la institución esté debidamente regulada y protegida. En México, los bancos están supervisados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y los depósitos están asegurados por el IPAB hasta cierto monto. En el caso de las Fintech, muchas están reguladas bajo la Ley Fintech.