En este post te decimos todo lo que debes saber sobre la inflación subyacente y cuál es la diferencia con la inflación general.
La inflación es el aumento generalizado y sostenido de precios al consumidor, en otras palabras, los ciudadanos de un país sufren la inflación cuando los precios de los productos y servicios aumentan.
Pero dentro del estudio de la inflación, existen otros factores que determinan el aumento de los precios como los índices y subíndices y lo más importante la inflación subyacente, por eso en esta entrada te decimos todo lo que debes saber sobre la inflación subyacente y los índices que no son tomados en cuenta para determinar la inflación.
¿Qué es la inflación subyacente?
La inflación subyacente es un factor que determina el aumento generalizado y sostenido de los precios a mediano y largo plazo con más exactitud y con menos variaciones al corto plazo.
Para poder determinar la inflación subyacente es necesario medir los índices de precios al consumidor, pero sin tomar en cuenta los precios energéticos y de productos sin elaborar como lo pueden ser las frutas y verduras.
Definición de inflación subyacente.
Se entiende por inflación subyacente al aumento generalizado y sostenido de precios, pero sin tomar en cuenta los productos energéticos y sin elaborar por su gran volatilidad, de esta forma se obtiene mejores resultados de medición al mediano y largo plazo.
Subíndices de la inflación
La determinación de la inflación de un país se determina tomando en cuenta los productos y servicios de un país y sus precios al consumidor, pero dentro de los diferentes productos y servicios existen muchos sectores o índices como los servicios, los productos sin elaborar, los energéticos, los servicios gubernamentales, productos elaborados, muebles etc.
Pero dentro de todos los grupos de productos y servicios existe otra división con base en la volatilidad, esto significa en el cambio de precio al corto plazo, por ejemplo.
Existen productos como los muebles o equipos de cómputo que pueden llegar a mantener un precio determinado por mucho tiempo y en ocasiones es más probable que el precio baje a que aumente, estos productos no son volátiles por lo cual son utilizados para la medición de la inflación subyacente ya que no cambian de precio al corto plazo, pudiendo hacer un cambio significativo en la medición.
Por otro lado, existen productos como las frutas y verduras que pueden cambiar de precio diariamente, por ejemplo, el precio del limón o el aguacate cambia al corto plazo en un momento puede costar 20 pesos y al mes siguiente puede subir hasta los 100 pesos. Esto significa que al corto plazo su precio es volátil por lo cual puede presentar un cambio significativo en la medición de la inflación, tomando en cuenta que al mes siguiente puede regresar a su precio normal de 20 pesos.
Para evitar que la medición de la inflación presente estas variaciones se eliminan estos grupos de precios, específicamente los precios de los productos no elaborados como las frutas y verduras y de los energéticos como la gasolina o el gas. Esa medición garantiza al mediano y largo plazo una tendencia más realista de la inflación.
¿Para qué sirve medir la inflación subyacente?
Tomando en cuenta lo visto párrafos antes los especialistas utilizan la inflación subyacente para determinar la variable de la inflación con más exactitud al mediano y largo plazo, además de que está comprobado que al mediano y largo plazo la inflación general siempre sigue la misma tendencia que la inflación subyacente solo que con menos picos en los cambios de valor.
Diferencia entre inflación general e inflación subyacente
La diferencia entre la inflación general y la inflación subyacente son los tiempos de medición, la inflación general toma en cuenta todos los precios al consumidor en todos los sectores e índices, para determinar la inflación al CORTO PLAZO, en cambio la inflación subyacente se utiliza para determinar la inflación al MEDIANO Y LARGO PLAZO, para realizar la correcta medición se utilizan índices de precios al consumidor pero sin tomar en cuenta los precios de los energéticos y de los productos sin elaborar.